jueves, 11 de junio de 2015

Fracaso torista

Es innegable el fracaso de las ganaderías toristas en el último San Isidro, pero El Cortijillo, El Ventorrillo, El Pilar, El Montecillo, Núñez del Cuvillo y Victoriano del Río son algunas ganaderías del "monoencaste" que también han fracasado, aun así nadie las lapida.
¿Por qué no se mide a todas con la misma vara? Incluso en el portal Mundotoro se llama a la reflexión sobre si es pertinente mantener el esquema de siete corridas toristas para la feria del 2016. Se olvidan que el año pasado el toro más bravo de San Isidro fue uno de Miura, que la de Victorino de descastada no tuvo nada, que otro toro muy encastado fue uno de Baltazar Ibán y que un bravo de Adolfo Martín le propició a Perera una de sus dos puertas grandes. Hoy se habla de lo bien que le fue a Juan Pedro Domecq, cosa que nos alegra, pero cuantos petardos ha pegado esta ganadería en los últimos años y aun así ha seguido lidiando en todas las ferias. Creo también que se hace mal en agrupar a estas ganaderías toristas y programarlas en una sola semana, cuando bien podrían alternar con las comerciales. Esto no hará que unas u otras embistan más, pero así se puede ir acabando con divisiones que no hacen nada bien. Todos queremos toros que embistan, y esto debería darse sin que nos importe el hierro o la divisa que lleven, y si en algún momento a alguna ganadería le salen mejor las cosas que a otras, esto no significa que a estas últimas se les imponga un veto o que haya que enviarlas al matadero, más aun cuando se trata de las toristas.

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