domingo, 7 de junio de 2015

Casta torera de Rafael Rubio "Rafaelillo" en la última de San Isidro

Con lleno en los tendidos se llevó a cabo la trigésimo primera y última de la Feria de San Isidro 2015.
No era para menos, el cartel anunciaba a los legendarios Miura y a tres toreros curtidos en estas lides.Los de Miura fueron cinco cárdenos y un negro muy en el tipo de la ganadería, serios todos ellos, pero desiguales de presentación y en líneas generales justos de fuerzas y bajos de casta. Los de a pie, Rafael Rubio "Rafaelillo", que estuvo soberbio, mostrando un cuajo y un aplomo para resaltar; Javier Castaño y Serafín Marín. Empezó mal la tarde, el primero en salir al ruedo fue un inválido descastado, un verdadero buey con el que Rafaelillo no tuvo ninguna opción. En su segundo salió a por todas el murciano, recibe al toro de rodillas, que embiste pegando arriones y echando las manos por delante. No pelea en el caballo y la cara siempre alta dificultando la labor de los de plata. Con la muleta otra vez de rodillas "Rafaelillo" para iniciar la faena, el toro muestra fijeza y acusa debilidad, los muletazos son templados, el de Miura toma bien el engaño en el embroque pero sale con la cara alta. Cambia de mano el torero y se gusta con la izquierda. Toreo profundo, dando el pecho y cargando la suerte. Los naturales se repiten uno a uno, toro agradecido y torero entregado, firme, poderoso y valiente. Dos pinchazos y un estoconazo al tercer intento que quedan para la anécdota. Hoy "Rafaelillo" bordó el toreo y dio una de las vueltas  al ruedo más emotivas que se recuerden.
Javier Castaño sigue toreando al amparo de su cuadrilla. Estuvo bien Marco Galán en la brega y tanto Ángel Otero como Fernando Sánchez saludaron una fuerte ovación en el primero de su matador que es tardo pero tiene fijeza, pasa bien por el izquierdo pero con poco recorrido. Por el derecho se orienta y busca al torero. Su segundo se frena en el capote y no se emplea en el caballo. En banderillas espera y corta el viaje donde Marco Galán es cogido. Con la muleta se muestra desconfiado Castaño, fuera de sitio y sin centrase. El toro se orienta por el izquierdo, por el derecho va mejor pero los muletazos no dicen nada. Toro con peligro al que había que poderle, pero no hubo torero.

El tercero de la tarde se vino a menos, de salida embiste con celo, pero echando las manos por delante, en el caballo empujó con fuerza en la primera entrada, pero ya en la segunda no se empleó. Con este noblón, soso y sin trasmisión lo intentó Serafín Marín con la muleta a media altura pero el toro no pasa. Su segundo fue de mejor condición, toro que apretó en el capote pero que no se empleó en el caballo. Estuvo templado Marín en la primera tanda, el toro es noble, va largo y embiste con calidad, pero sin emoción. Faena a menos donde no se acopló el torero y dejó ver un toreo superficial y vacío. 

Foto: Luís Sánchez Olmedo

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