sábado, 11 de julio de 2015

"Escolares" de baja nota

Se esperaba más de la corrida de José de Escolar que hacía su debut en Pamplona, desiguales y ofensivos de cara, pero de pobre juego y avispados, salvo el sexto que fue
Paco Ureña a hombros
bueno. Y si los “Escolares” fueron de baja nota, hubo dos toreros en el cartel que tampoco pasaron el examen, Francisco Marco y Antonio Gaspar “Paulita”.  Solo Paco Ureña pudo salir airoso, amén que le tocaron los dos únicos toros con posibilidades de triunfo. 

Francisco Marco estuvo dispuesto, pero con las ganas no bastan y poco se le puede exigir a un torero que no está anunciado casi nunca en los carteles. Su primero es cambiado después de golpear en uno de los burladeros y quedar sentido. El sobrero también es de José Escolar, toro que nunca humilló, que se revolvía pronto y se quedaba corto por ambos pitones. Desarrolló sentido este primero como toda la corrida y Francisco Marco evidenció su falta de oficio. Con su segundo la historia no fue distinta, el toro corta el viaje en banderillas, en la muleta no pasa, toro con complicaciones que Marco no supo resolver.
El primero de “Paulita “ fue una verdadera alimaña, al que el murciano no quiso ni ver, al inicio de faena lo intentó castigar con muletazos por bajo, pero sin éxito y después de un breve trasteo opta por abreviar. Su segundo pega arriones de salida y es masacrado sin razón en el caballo. “Paulita” no se confía tampoco con este y abreviar vuelve a ser su mejor recurso. 

Quien sí las tuvo todas consigo fue Paco Ureña y supo aprovechar lo que la suerte le deparó. Su primero un toro complicado y exigente se emplea mejor en el capote, también apretó en banderillas y desarrolló sentido, pero con más oficio que sus alternantes pudo imponerse a su enemigo de turno. El toro exigía temple y trato suave, lo que entendió Ureña al final de su faena. Buena estocada y oreja que le deja media puerta grande abierta. El último de la tarde fue la otra cara de moneda, toro encastado y con clase la que dejó ver de salida embistiendo con ritmo al capote de Ureña quien lo brinda al público. El toro tiene el defecto de salir distraído del engaño, pero es pronto y tiene recorrido, lo que aprovecha su matador para engancharlo adelante y llevarlo largo siempre con la planta erguida y relajado. En el epilogo Manoletinas para el tendido y una más de media en buen sitio le valen para cortar su segunda oreja y abrir la puerta la grande.

Foto: Cultoro

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