sábado, 19 de septiembre de 2015

Tarde triunfal en Nimes

No pudo tener mejor marco la alternativa de Andrés Roca Rey. Las Arenas de Nimes lució un lleno total para esta cita histórica del joven torero. Ocho orejas y tres toreros a hombros
A. Roca Rey recibiendo la al alternativa de manos de E. Ponce

fue el saldo del festejo, tres y tres para Enrique Ponce y Juan Bautista respectivamente, que abrieron la Puerta de los Cónsules y dos para Roca Rey que abrió la puerta grande. Los toros, uno de Victoriano del Río, dos de Toros de Cortés y tres de Juan Pedro Domecq, bien presentados y de comportamiento desigual, nobles y manejables en líneas generales salvo el sexto (bis). 

Enrique Ponce cedió a Roca Rey la muerte del primero de la tarde  de nombre “Pocosol” con el hierro de Victoriano del Río. Lo recibe el aún novillero por Verónicas a pies juntos lanceando con suavidad rematando la serie con el capote a una mano. Después de un buen tercio de varas se luce en el quite por Caleserinas. El toro del doctorado se lo brinda a su padre y a su hermano, el también torero Fernando Roca Rey. Vistoso Inicio de faena pegado a las tabas. El toro es noble, fijo, pronto y embiste con calidad, pero sosito y justo de fuerzas. Los derechazos son templados y muy bien hilvanados uno tras otro. Muy sobrado de condiciones con el toro de la alternativa, que a pesar del viento, pudo estar cómodo frente a él. Luquecinas al final de la faena que coronó con una estocada caída, pero de buena ejecución. Con el sexto salió a por todas derrochando valor. No pudo ser más emocionante el recibo capotero por Gaoneras rematadas con una Larga Cambiada rodillas en tierra. Se duele el toro y cojea de la pata derecha y el juez deja caer el pañuelo verde. Al sobrero, toro de Victoriano del Rio, lo recibe por Chicuelinas que remata con una Serpentina. Intenta el quite por Zapopinas que no resulta lucido.  No la tuvo fácil Roca Rey con este toro que ya había acusado en banderillas el defecto de cortar el viaje. Toro con genio, que apretó por el izquierdo y protestón con el defecto de salir con la cara alta por el derecho. El toro pegó un derrote y lo coge de manera aparatosa, pero sin consecuencias. Otra estocada de buena ejecución y ahora sí la estocada en todo lo alto. Muy por encima Roca Rey con un toro que pedía papeles y al que había que plantarle cara. Ya se ha dicho que aquí hay un Torero y que está llamado a mandar en este difícil mundo. Roca Rey es hoy por hoy el torero que la historia taurina del Perú reclamaba, un torero de talla internacional.
Enrique Ponce estuvo una tarde más “en maestro” sobre todo con su primero y con su segundo haciendo gala de vergüenza torera.  Su primero metió bien la cara de salida, repite en el capote, pero embiste con brusquedad echando las manos por delante y siempre con el defecto de escarbar en la arena. En la muleta se descompone y embiste rebrincado por el derecho. Con la muleta en la izquierda los pases son de mando y dominio. Torero enrazado Ponce con un toro complicado al que supo someter. Media estocada y acusa en la ingle una rotura de fibra muscular. Su segundo lució el hierro de Juan Pedro Domecq, un toro noble, con fijeza y sin malas ideas. El de Chiva lo toreó con desmayo, corriendo la mano hasta donde pudo, y sin perder la estética a pesar de estar adolorido por la lesión. Faena larga y de mucho mérito donde el torero arriesgó más de la cuenta. Estocada en todo lo alto y dos orejas premio a su buena actuación y a su vergüenza torera.

Juan Bautista se mostró fino y muy técnico con su primero al que recibe de rodillas. Con la muleta toreó con despaciosidad llevando al toro templado y cocido a la muleta. Es bueno el de Cortés, fijo, pronto, alegre, repetidor  y embiste con calidad. Lo pincha en la suerte de recibir y cae el toro al primer descabello. Oreja. El quinto de la tarde tuvo movilidad, el de Arles lo recibe a pies juntos. Roca Rey va al quite por Chicueinas y replica Juan Bautista por Crinolinas y Gaoneras. El toro galopa y se luce Juan Bautista con los palitroques. Con este toro se mostró encimista y muy acelerado, sin estar mal nunca estuvo por encima del toro. Lo mejor fue una tanda con la izquierda muy templada y con enjundia. Aquí le funcionó la espada y enterró el acero en todo lo ato otra vez en la suerte de recibir. Faena premiada con dos orejas con la sensación que algo más se pudo hacer con el toro. 

Foto: Cultoro

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