viernes, 13 de mayo de 2016

Magia de Talavante y valor estoico de Roca Rey

Por Fernando Farfán

Octava del abono madrileño. En tarde de no hay billetes y con la presencia del Rey
Emérito, Madrid se rinde a los pies de Andrés Roca Rey. Floja corrida de Núñez del Cuvillo remendada con dos toros del Conde de Mayalde que
hicieron cuarto y sexto. El peruano confirmó alternativa de manos de Sebastián Castella teniendo como testigo a Alejandro Talavante. Corrida bien presentada, pero de comportamiento desigual. Manso y deslucido el primero; flojo venido a menos el segundo; justo de casta y de fuerzas el tercero, descastado y deslucido el cuarto; geniudo con complicaciones el quinto; y desclasado con movilidad el sexto.
Soberbio natural de Talavante

Sebastián Castella (Azul rey y oro): Entera y silencio. Cuatro pinchazos, entera tendida y silencio.

Alejandro Talavante (Grana y oro): Dos pinchazos, media estocada y silencio. Estoconazo y oreja.

Andrés Roca Rey (Verde hoja y oro): Entera desprendida y ovación. Estoconazo y dos orejas.
Tarde de confirmación y de consagración en Madrid. Andrés Roca Rey confirmó alternativa y se consagró como la figura que es. El peruano tuvo una de cal y otra de arena.


En su primero abusó del toreo accesorio y se olvidó de torear. De salida el toro echó las manos por delante y fue picado al relance. Quitó Castella por Chicuelinas y replicó Roca Rey capote en la espalda. El toro de la ceremonia se lo brinda al Rey Emérito y el inicio de faena es por cambiados por la espalda. La primera tanda por la derecha es sin acoplarse. El toro le toca el engaño, protesta y no transmite. 

En su segundo puso la plaza a sus pies en una faena de mucho valor y exposición. El del Conde de Mayalde aprieta de salida y no permite el lucimiento. El quite es por Gaoneras. A por todas con el que cerraba la tarde que lo brinda al público. Susto en la primera tanda al pasarse el toro por la espalda. El toro tiene movilidad, pero embiste sin clase con la cara a media atura y sin humillar. Por la izquierda lleva peligro. El peruano puso lo que no tenía el toro inventándose una faena emotiva donde expuso muchísimo con Arrucinas y pases cambiados como parte del repertorio, pero también toreando. Faena de parar y mandar que caló en los tendidos. A este había que matarlo y así lo hizo, con el corazón en la mano, la espada clavada en todo lo alto y el pitón izquierdo rozándole la femoral.

Sebastián Castella no tuvo posibilidades con su lote.

Su primero sale suelto y no se fija en el capote. Quita Talavante a la Verónica y remata con una Media de mano baja gustándose.
Inicio de faena por Estatuarios que remata por bajo. El toro al inicio tuvo calidad, fue de largo y con la cara abajo. Por el izquierdo embiste rebrincado y sin clase. Duró muy poco el de Cuvillo y no tomó vuelo la faena.

Su segundo tuvo pies de salida. El toro fue pronto pero embiste sin celo y no remata el muletazo. Lo intento el francés por ambos lados, pero sin transmitir. Con la espada fatal. Cinco pinchazos y una entera tendida.

Alejandro Talavante tuvo una presentación soberbia de auténtico mandón del escalafón.

Su primero de preciosas hechuras, pero en el límite de la casta no le permitió expresarse. De salida se revuelve rápido y dobla las manos haciendo gala de poca fuerza. Con la muleta inicia con la izquierda donde el toro muestra calidad. Cita dando el pancho y los naturales son con sutileza. Por la derecha el toro pierde las manos y no hay continuidad.

Su segundo, jabonero sucio de capa, es frio de salida y sale suelto. Quita Roca Rey que con el tiempo entenderá que todos los toros no son de quite. El Toro sale con la cara alta pega derrotes y protesta desde el embroque. Por el izquierdo es mirón, pero si un pase tenía era por este lado. Faena de valor y de mucho mérito a un toro imposible que en otras manos era de machetear y despachar, pero Talavante que tiene magia en las muñecas sacó pases donde no los había. Madrid supo aquilatar la labor del torero y replicó con sentidos olés.

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