miércoles, 29 de noviembre de 2017

Desde el tendido de Fernando Farfán... ¿En qué momento se jodió Acho?

Por: Fernando Farfán

Es conocida la pregunta que se hace Zavalita, personaje principal de una de las obras cumbres de Mario Vargas Llosa: ¿En qué momento se había jodido el Perú? Del mismo modo una aficionada en Lima plantea una pregunta parecida en una
conocida red social:

¿En qué momento se jodió Acho?

Pregunta difícil de responder y aunque válida quiero matizar diciendo que Acho no se ha jodido. La sesquibicentenaria seguirá siendo la primera plaza de América por solera y tradición.

Lo que se jodió fue su afición, en su mayoría el público que asiste hoy en día, de entendido pasó a ser festivo.


Hoy se valora más un bajonazo que un pinchazo en todo lo alto, se está más pendiente en cómo cayó la montera al momento del brindis que en la faena misma. Se aplaude que el picador no pise las rayas del tercio, pero se pifia la suerte de varas. Ya no se premia con la vuelta al ruedo faenas destacadas, las orejas se volvieron baratas y abrir la puerta grande es un trámite.

Hoy cualquier indocumentado se siente con derecho a lanzar un bocinazo. Los famosos silencios de Acho son cada vez menos y los tendidos se volvieron cantinas. No más somos la Sevilla de América, ¿O será que nunca lo fuimos?

Acho es plaza de primera, pero la feria que se nos brinda no corresponde a esa categoría, lo que tenemos es una feria de segunda con las entradas más caras del mundo, y no de ahora sino desde hace mucho.

No se respetan los dos puyazos de reglamento y toros sin el trapío aparente son el pan de cada día; una pizarra engañosa con información fraudulenta y toreros que le faltan el respeto a la plaza prestándose a matar ganado indigno.

En lo que va de feria se han lidiado veinticuatro toros, de los cuales once estuvieron escasos de trapío y solo cuatro han destacado por su casta y bravura. A todas luces un ganado pesimamente reseñado.

No es de extrañar entonces que muchos aficionados hayan optado por alejarse de la plaza y cada día son menos los que están dispuestos a comprar una entrada. Con pena compruebo que los que así lo decidieron en la presente temporada después de la cuarta corrida de abono digan satisfechos que han tenido razón en no hacerlo.

El aficionado que pasa por taquilla, como en cualquier otro espectáculo, merece respeto y lo mínimo que exige es que se cumpla con lo ofrecido. La afición de Acho es torerista desde siempre, pero también quiere ver toros y entiéndase que sin toro no hay fiesta.

La gota que derramó el vaso fue la del último domingo cuando se anunciaron toros de una ganadería y salieron por la puerta de chiqueros toros de otra.

Publicidad, pizarra y programas de mano anunciaban toros del Puerto de San Lorenzo y los que se lidiaron fueron toros de La Ventana del Puerto. No solo otra ganadería, sino también otro encaste.

No voy a entrar en la consideración si este hecho constituye delito, pero mínimo es una tomadura de pelo y burla al aficionado pagante, que sin duda amerita una explicación por parte de los empresarios que hasta ahora no se ha dado.

Todo lo anterior con la venia de una autoridad cómplice y sinvergüenza impuesta por el alcalde del Rímac. ¡Ay Peramás cuánto daño le haces a la fiesta!

Ya no es solo el copamiento en el jurado taurino que falla los premios de la feria, sino también su injerencia en el correcto desarrollo de los festejos.

Sr. Fernando Loayza, se lo vuelvo a decir, como juez de plaza su deber es hacer cumplir el reglamento y salvaguardar el derecho de los aficionados. Si no está en la capacidad de hacerlo por un mínimo de vergüenza, si la tiene, debería renunciar al cargo.

El aficionado está cada vez menos dispuesto a soportar burlas. El domingo pasado un sector de la plaza le dio la espalda al ruedo en señal de protesta por un toro que no debió salir por carecer de trapío y presentar además una notoria cojera de la pata derecha, al que la seudo autoridad del palco primero le dio pase en el reconocimeinto y luego en la plaza se negó a cambiar por uno de los sobreros.

Reprobable también la actitud matonesca de querer callar las protestas totalmente justificadas de otro sector.

Queda todavía una corrida más, la de los Hermanos García Jiménez, y en aras de la trasparencia se espera que se cumpla con informar la fecha de nacimiento de los astados a lidiar, se presenten fotografías y videos de los mismos que aseguren su correcta presentación.

Entiendo que la difícil pregunta que titula la nota no ha sido respondida, y no importa mucho cuando se jodió Acho, porque importa más qué podemos hacer por revertir la situación actual. No es tarde para devolverle a nuestra feria su importancia y colocarla entre las principales del mundo.

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